Semilla Nueva

Aunque el retraso en el crecimiento infantil ha disminuido en gran parte del mundo, sigue siendo un problema en países que dependen mucho del maíz, como en África subsahariana. Esto se debe a que el maíz tiene pocos micronutrientes y proteínas de baja calidad, lo que contribuye a la malnutrición, especialmente entre las poblaciones pobres. Esta desnutrición afecta la salud, el desarrollo y las oportunidades de vida, afectando a millones de familias agricultoras y a más de mil millones de personas que consumen maíz a diario.

La solución que ofrece Semilla Nueva es el desarrollo y distribución de semillas de maíz biofortificado, es decir, variedades mejoradas que contienen más micronutrientes esenciales, como zinc, hierro y proteínas de mayor calidad. Estas semillas buscan combatir la malnutrición en poblaciones que dependen del maíz como base de su alimentación, especialmente en regiones pobres como África subsahariana. Al ofrecer un maíz más nutritivo, Semilla Nueva contribuye a mejorar la salud, el crecimiento infantil y las oportunidades de vida, al mismo tiempo que fortalece los medios de vida de los agricultores que lo cultivan.

Investigaciones de Semilla Nueva y otras entidades muestran que el maíz biofortificado aporta suficientes nutrientes para cubrir la falta de zinc en mujeres y niños, eliminar la deficiencia de hierro en mujeres embarazadas y lactantes, y reducirla a más de la mitad en niños, además de disminuir hasta en un 20% el retraso en el crecimiento.

Se calcula que desarrollar y comercializar estas semillas en mercados locales de África subsahariana podría mejorar la vida de 1 millón de familias productoras de maíz y la nutrición de 30 millones de personas que dependen de este alimento.