1.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a la electricidad estable y de calidad y 2.500 millones sufren cortes diarios de electricidad e inestabilidad en el servicio. En África subsahariana solo el 28% de casi 100.000 centros de salud tienen acceso a electricidad estable. El porcentaje es aun menor en centros educativos. 

La falta de acceso a servicios básicos como la electricidad, el agua potable o la conectividad es una de las mayores barreras para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible.

i4SD diseña e implementa soluciones de infraestructuras inteligentes para el desarrollo sostenible. Entre otros, facilitan el acceso a una energía limpia y estable para hogares, negocios, actividades productivas (regadío, procesos agrícolas, refrigeración, mercados locales, etc.) e instituciones comunitarias (escuelas, centros de salud, etc.). 

El uso de sensores y mecanismos de comunicación innovadores les permite monitorear el estado de las instalaciones (paneles solares, baterías, bombeo de agua, etc) y reaccionar rápidamente ante cualquier avería, minimizar la interrupción de servicios y prolongar la vida útil de las infraestructuras. También utilizan medidores inteligentes y sistemas de pagos móviles para permitir a los usuarios pagar por los servicios en pequeñas cantidades y sin necesidad de una cuenta bancaria.

En los distintos pilotos que i4SD ha completado en India, Tanzania y Ruanda se ha conectado directamente a más de 1.000 hogares y decenas de instituciones, impactando indirectamente a más de 50.000 personas. El objetivo en los próximos años es alcanzar el millón de conexiones directas creando un gran impacto económico, social y medioambiental.

El proyecto que OVF está apoyando en Nakivale dará energía a un centro de salud, edificios institucionales y un centro de tecnología y formación profesional en el campo de refugiados de Nakivale. El proyecto beneficiará a unos 15.000 residentes del área de Rubondo y permitirá crear un modelo escalable a otros campos de refugiados en Uganda.