¿Se necesita una mirada femenina para ver el mundo de forma diferente y mejorar nuestra sociedad?

María López-Escorial
Fundación Haz
Esto es lo que se debatió en la segunda edición del encuentro ‘Mirada Femenina como catalizadora del Triple Impacto’ organizado por Open Value Foundation, la Fundación Empatthy y Social Nest Foundation.

A tenor de los datos que nos proporcionó Suzanne Jenkins de ESADE Center for Social Impact, la verdad es que sí necesitamos una mirada femenina para ver el mundo de forma diferente y mejorar nuestra sociedad. Como en el resto de las cosas.

La mirada masculina lleva siendo prioritaria en la mayoría de nuestros procesos cotidianos y por eso las tasas de diagnóstico erróneo de ataques cardiacos son un 50% más altas para mujeres, ya que se las trata aplicando los resultados de investigaciones realizadas en hombres. Las mujeres tienen un 47% más de probabilidad de sufrir lesiones graves en un accidente de coche, ya que la seguridad en los coches se ha construido en base a pruebas de choque realizadas con maniquíes modelados en hombres. Incluso uno de los servicios más recientes de Google, Google Home, tiene un 70% más de probabilidades de reconocer el habla masculina ya que la tecnología se entrenó en grandes bases de datos dominados por grabaciones de voces masculinas.

Pero como también avalan los datos, según nos dijeron Patricia Sáenz, socia fundadora de EWA Capital y Helena Torras, socia directora de Pao Capital , dos importantes firmas de inversión, cambiar esta realidad y apostar por una mirada más femenina y diversa, es un buen negocio. Los emprendimientos que tienen una mujer en su equipo fundador tienen un 63% más de rentabilidad, además de formas innovadoras de identificar, enfocar y cubrir las necesidades en las que se enfoca el emprendimiento. Los VC con mujeres como socias tienen un 1,5% más de rendimiento financiero y un 9% más de 'exits' rentables.

Como dicen Sarah Kaplan & Jackie Vander Brug en The Rise of Gender Capitalism mirar a través de una "lente de género" ayuda a los inversores a conocer nuevas perspectivas y oportunidades, poner el foco en desigualdades poco conocidas, identificar limitaciones del sistema y encontrar potencial donde antes era inexistente.

Pero a día de hoy, solo el 2,3% de la financiación de capital de riesgo se destina a startups lideradas por mujeres y únicamente el 12% de las personas que toman decisiones en las firmas de capital de riesgo son mujeres. Este sesgo parece disminuirse cuando mujeres VCs toman las decisiones, entonces la probabilidad de invertir en fundadoras es el doble. Si hay más mujeres inversoras, está comprobado que hay más inversión en mujer.

Por el bien de nuestra sociedad y de nuestro planeta, y además según los datos, de nuestro bolsillo; esto tiene que cambiar. Las mujeres no tenemos miedo a colaborar, compartir o sumar y esto es lo que el mundo necesita.

Pero de momento la concepción del mundo no premia estos patrones, y por eso estamos dónde estamos. También somos más humildes y no nos vendemos bien. Somos más de terreno, y menos de Excel. Más de cuidar y con vocación de servicio, menos de competir. Ponemos el problema como base y la empresa como solución a este problema. Para nosotras el éxito de la empresa se basa en conseguir el propósito, aunque esta palabra se haya prostituido, y no en generar el máximo beneficio posible. Y esto está reñido con los patrones que han dominado el mundo empresarial hasta ahora.

Por eso, y por la cuenta que nos trae, como convenimos en la charla, es hora de aprender como humanizar la inversión, y como humanizar la economía.

Y para ello, necesitamos más referentes femeninos y tener a los hombres como aliados. Aportamos cosas distintas y muy complementarias. No sumamos al trabajar juntos, sino que multiplicamos, impacto y beneficios. Necesitamos empezar a ver personas y no géneros.

Por eso, en la inversión de impacto, donde se unen el corazón y la economía, los fondos invierten en proyectos empresariales cuyo modelo de negocio soluciona un problema social o medioambiental, siendo un primer paso para demostrar como unir estos dos mundos.

Es difícil y nos queda mucho camino por recorrer, las formas y estructuras de pensamiento, así como roles y formas de hacer las cosas llevan mucho tiempo en el imaginario colectivo y en nuestro día a día. Las propias mujeres no nos damos cuenta de ciertas creencias y hábitos “machistas” en nuestra forma de actuación. Lo importante es haberlo puesto encima de la mesa, haber cuantificado los beneficios de trabajar en ello y seguir trabajando en que la mirada femenina siga cogiendo el peso que le corresponde e impregnando la sociedad.

También pudimos ser testigos del éxito que 3 empresas dirigidas por mujeres o que ofrecen productos o servicios que mejoran sustancialmente la vida de las mujeres y las niñas, representadas por Taryn Andersen: cofundadora y CEO de Impulse4Women (España), Caroline Vledick: fundadora de Bloody Green (Chile) y Guillermo Pepe: fundador y CEO de Mamotest (México).

Todo un baño de optimismo de como las mujeres, con su mirada transformadora, son una parte fundamental y cada vez más influyente en la economía y en el mundo. Necesitamos seguir empujando, queda mucho por hacer y cada uno tenemos nuestro rol que jugar.


Si no pudiste asistir a este encuentro, puedes revivirlo en el siguiente LINK

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