En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es necesario destacar que, según los últimos datos disponibles, correspondientes a la Encuesta de Condiciones de Vida 2020, 4,5 millones de españoles –el 9,5 % de la población– se encuentran en situación de pobreza severa –el grado más intenso de esta situación– y el 21 % de la población lo está por debajo del umbral de la pobreza.

Se trata de una situación en aumento ya que de 2019 a 2020 unas 178.000 nuevas personas pasaron a formar parte del colectivo afectado por la forma más grave de desigualdad.

La Unión Europea define la pobreza como “la situación de personas, familias y grupos, cuyos recursos económicos, sociales y culturales son tan limitados que les excluyen del modo de vida que se considera aceptable en la sociedad en la que viven” y, de forma específica, la Estrategia Europa 2020 considera personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social a la población que se encuentra en alguna de estas situaciones:

• Personas que viven con bajos ingresos (60% de la mediana del ingreso equivalente o por unidad de consumo en el año anterior a la entrevista).
• Personas que sufren privación material severa.
• Personas que viven en hogares con una intensidad de empleo muy baja (por debajo del 20% del total de su potencial de trabajo en el año anterior a la entrevista).

En el caso de la pobreza severa, significa sobrevivir con una renta que no supere los 6.417 euros por unidad de consumo al año –lo que supone unos ingresos inferiores al 40% de la mediana de renta nacional– o, lo que es lo mismo, que cada persona sobreviva con menos de 281 € mensuales para el caso de una familia con dos adultos y dos menores, y con menos de 535 € mensuales si vive sola.

Por otro lado, el 26,7 % de las personas en pobreza severa se encuentran, además, en situación de privación material severa, es decir, manifiestan carencias en al menos cuatro de los nueve ítems de consumo seleccionados a nivel europeo:

• No pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
• No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
• Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad...) o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
• No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 650 euros).
• No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
• No puede permitirse disponer de teléfono.
• No puede permitirse disponer de un televisor.
• No puede permitirse disponer de una lavadora.
• No puede permitirse disponer de un automóvil.

Para conocer al detalle la situación de las personas que se encuentran en situación de pobreza severa, es de gran ayuda leer el informe de Juan Carlos Llano Ortiz y Debora Quiroga Terreros "El mapa de la pobreza severa en España. El paisaje del abandono", que publicó recientemente la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español.

Lo realmente preocupante de esta situación es que, como los datos de renta de los hogares se obtienen respecto al año anterior (la Encuesta de Condiciones de Vida 2020 refleja los datos correspondientes al año anterior), la población en situación de pobreza severa corresponde a 2019, es decir, antes de los gravísimos efectos económicos de la pandemia.

El informe destaca que la principal dificultad de las personas en pobreza severa es gestionar la necesidad permanente de escoger, de hacer una gradación entre urgencias indispensables, y muestra que la pobreza severa afecta en mayor medida a niños y jóvenes, así como a los hogares con menores:

• El 14,1 % de las niñas, niños y adolescentes (17 años o menos) están en pobreza severa, cifra que contrasta con el 8,6 % del resto.
• El 12 % de las personas que viven en hogares con menores están en pobreza severa y solo el 7,1 % de las que viven en hogares sin menores. Además, también lo están el 21,5 % de las personas que viven en hogares monoparentales y el 18,7 % de las que viven en hogares de familias numerosas.

Y en cuanto al perfil de las personas que padecen esta situación, la realidad desmiente determinados prejuicios y estereotipos: la gran mayoría está constituida por personas españolas (72 %), muchas de ellas con un nivel educativo medio (53 %) o alto (17,9 %) y, además, con trabajo (27,5 %) y con vivienda (95,2 %).

Por todo ello, en este día es más importante que nunca recordar que poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo es el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y que sin la consecución de este y del resto de los ODS no hay desarrollo sostenible posible.