Estos últimos meses no han sido fáciles para nadie, aunque, a pesar de la tristeza y el dolor por tantas muertes y ese sentimiento de especie en peligro que nos ha inundado, hoy escribo desde la gratitud. Gratitud por haberlo superado, al menos hasta ahora, y también porque nuestra impresión es que hoy estamos más cerca de conseguir que la economía de impacto que tanto deseamos sea una realidad.
En estos meses, no hemos parado de hacer cosas y de unirnos a otras personas y organizaciones para seguir impulsando la economía de impacto. Hoy, creemos que cada vez somos más las personas con el “virus del impacto”, viviendo y trabajando con la ilusión de poner a la persona en el centro y de contribuir a construir el mundo en el que a todos nos gustaría vivir.
Estos son algunos ejemplos de lo que hemos tenido entre manos estos meses que fundamentan esa impresión:
1. Lanzamos nuestro primer curso online sobre inversión de impacto. En el breve tiempo durante el que las inscripciones estuvieron abiertas se matricularon más de 200 personas. Esto significa que hoy hay 200 personas más con el "virus del impacto", viviendo con la ilusión de poner a la persona en el centro.
2. Hemos invertido e impulsado la creación de la Cátedra de Inversión de Impacto en la Universidad Autónoma de Madrid. En ella, se enmarca el Máster en Inversión de Impacto, un programa pionero en España y en el resto del mundo que nos permitirá llegar a mucha más gente y formar a los mejores profesionales en un sector que apenas está empezando. Es un orgullo colaborar con esta universidad y con los magníficos docentes que han formado a tantas personas en las microfinanzas y que ahora nos acompañan en lo que pensamos va a ser el vehículo del futuro para el desarrollo.
3. En paralelo, hemos apoyado, junto a Fundación Repsol y Management Solutions, la creación de la Cátedra de Impacto Social de la Universidad Pontificia Comillas - ICADE. Esta cátedra tiene como objetivo promover el conocimiento y la innovación en torno a la inversión de impacto y la filantropía empresarial, y hace especial hincapié en la medición del impacto. Necesitamos medir el impacto de manera profesional y objetiva, con herramientas que permitan distinguir y maximizar el impacto de las corporaciones, de los fondos que invierten en cotizadas y de los fondos de impacto social. Como decía Kelvin, y a 40 grados no sé si tendría muchas ganas de decir, "lo que no se mide, no se puede mejorar y lo que no se mejora, siempre se degrada".
4. Trasladamos al online nuestro programa de formación 'Fondo de Fundaciones'. Junto a las fundaciones participantes, durante estos meses hemos seguido avanzando y esperamos daros noticias de los primeros resultados pronto.
5. La cohorte más especial del Programa de Fellows de Acumen se ha hecho aún más fuerte y está sirviendo de red de apoyo en los momentos más difíciles. La semana pasada tuvo lugar -¡por fin!- el segundo seminario presencial del programa. Me consta que ha sido una experiencia estupenda para todos, fellows y facilitadores, y que hemos ayudado a que los fellows sigan creciendo como líderes juntos y formando esa familia de la que ya serán parte siempre. Estamos convencidos del poder de esta comunidad para cambiar las cosas y por eso en septiembre abriremos un nuevo proceso de selección para encontrar a la segunda cohorte de fellows de Acumen en España.
6. Dos noticias muy recientes que me llenan de alegría. Por un lado, la firma del acuerdo de colaboración institucional con Amica, que viene a formalizar la alianza de Open Value Foundation con esta asociación que lleva desde 1984 descubriendo capacidades en personas con discapacidad. Y precisamente Amica está detrás de SAEMA, un Centro Especial de Empleo cuya actividad principal es la recuperación y reciclaje de envases procedentes del contenedor amarillo y del que Repsol Impacto Social, el fondo de impacto de Fundación Repsol, ha adquirido el 35,26%. También de esta operación hemos tenido la oportunidad de ser acompañantes y facilitadores, en el marco del acuerdo de Open Value Foundation con Fundación Repsol. La entrada de Repsol Impacto Social en SAEMA es una gran noticia para la economía de impacto en nuestro país, que esperamos sirva de ejemplo de las posibilidades que ofrece la unión entre el mundo social y el mundo corporativo.
6. Dos noticias muy recientes que me llenan de alegría. Por un lado, la firma del acuerdo de colaboración institucional con Amica, que viene a formalizar la alianza de Open Value Foundation con esta asociación que lleva desde 1984 descubriendo capacidades en personas con discapacidad. Y precisamente Amica está detrás de SAEMA, un Centro Especial de Empleo cuya actividad principal es la recuperación y reciclaje de envases procedentes del contenedor amarillo y del que Repsol Impacto Social, el fondo de impacto de Fundación Repsol, ha adquirido el 35,26%. También de esta operación hemos tenido la oportunidad de ser acompañantes y facilitadores, en el marco del acuerdo de Open Value Foundation con Fundación Repsol. La entrada de Repsol Impacto Social en SAEMA es una gran noticia para la economía de impacto en nuestro país, que esperamos sirva de ejemplo de las posibilidades que ofrece la unión entre el mundo social y el mundo corporativo.
7. No todo han sido alegrías durante estos meses de trabajo duro. En la parte más triste, hemos tenido que reajustar nuestro presupuesto, pero hemos intentado atender las necesidades más imperiosas, a costa de otros proyectos que tendrán que esperar un poco más para ver la luz.
8. También hemos colaborado, menos de lo que nos hubiera gustado, con todas aquellas iniciativas de emergencia que nos han ido llegando para hacer frente a la pandemia.
En Open Value Foundation hemos decidido que la mejor terapia en estos tiempos era seguir trabajando y colaborando con los demás, según nuestra máxima de la alegría de dar, poniendo por delante a los que más apurados estaban y dejando nuestras penas a un lado. Esta nuestra forma de lidiar con esta crisis y seguir adelante.
