Tecnología e inversión de impacto al servicio del acceso universal a la energía

José Galíndez
Fundación EKI

Fundación EKI centra su actividad en el suministro de fuentes de energía eléctrica autónoma (principalmente solar fotovoltaica) a través de un modelo innovador y diferente que combina tecnología e inversión de impacto.

La ONU planteó en 2015 los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con el reto de erradicar la pobreza extrema de la Tierra para 2030. Dentro de esta iniciativa nos encontramos con el Objetivo 7, “Energía asequible y no contaminante”, que busca dar respuesta, entre otros objetivos, a la falta de suministro eléctrico que sufre un gran número de personas, especialmente en países en vías de desarrollo. Según el informe Fronteras 2017 de la ONU, más de 1.200 millones de personas no cuentan con acceso a electricidad; de estas, 600 millones viven en el África Subsahariana.

La idea de poner en marcha Fundación EKI surge en otoño de 2016, buscando hacer una contribución solidaria que fuera significativa en su volumen y que pusiera en juego nuestro conocimiento de la energía solar fotovoltaica y la complejidad de su financiación.

Nuestro objetivo final es consolidar un modelo de financiación de infraestructuras eléctricas que sea imitable, escalable y replicable, y canalizar de esta manera recursos suficientes a la cobertura de esta infraestructura básica para el crecimiento económico como es la energía eléctrica. Trabajamos para conseguir el acceso universal a la electricidad en el año 2030.

Cuando comenzamos en 2017 la realidad que encontramos en África subsahariana es que la tecnología solar ya existía, en su mayor parte a través de donaciones; sin embargo, la falta de mantenimiento adecuado, producto de una baja implicación por parte de los receptores y de un escaso seguimiento por parte de los donantes, daba como resultado que un gran número de instalaciones se encontraban en desuso. La reputación de la energía solar fotovoltaica no estaba alta en el continente.

El modelo de Fundación EKI: un “modus operandi” poco habitual

Por todo esto, nos planteamos un “modus operandi” poco habitual: las instalaciones no se donarían, sino que se financiarían a 20 años sin intereses, y además se monitorizarían en remoto para dar soporte técnico a los beneficiarios y asegurar así la vida útil de los equipos. Así, los receptores de las instalaciones no sólo valoran lo que tienen, pues deben pagar todos los años un reflejo del coste de la energía eléctrica que consumen, sino que se hacen propietarios de la instalación, la cuidan y protegen porque va siendo suya, y además perciben el ahorro sobre la factura de gasóleo que tenían que pagar antes para recibir un servicio con mucha peor cobertura. La realidad tres años más tarde, y con veintiséis instalaciones en marcha, es que la propuesta ha sido no sólo aceptada, sino gratamente acogida por nuestras contrapartes.

Respondiendo a la necesidad de monitorización de las instalaciones, EKI mantiene un contacto permanente con los equipos a través de la información que nos transmite la propia instalación a través de internet. De nuevo, tecnología e innovación que permiten una atención y un cuidado con impacto directo en la calidad y durabilidad del servicio. Desde Getxo y por internet estamos en contacto online con todas nuestras instalaciones, pudiendo ver en cada momento el estado de las baterías, los consumos de cada centro, la producción solar y las alarmas.

Hasta ahora, nuestros proyectos han tenido como destino la mejora de las instalaciones de misiones religiosas y ONGs, que hacen una labor impagable en el África Subsahariana. De tres horas diarias de servicio a través de un generador a gasóleo, pasamos a un servicio 24/7, con energía limpia, sin problemas de logística compleja del combustible, y a un coste mucho menor.

“Impact Africa I”: innovación e inversión de impacto al servicio de los ODS

El 14 de febrero de 2020 presentamos “Impact Africa I”, un ambicioso plan para instalar 200 sistemas en escuelas y centros de salud durante los próximos tres años. Con un presupuesto de 5,2MM€, el modelo es ya el de una financiación plena, sin intereses para los beneficiarios, y con un interés modesto para los financiadores, que ya no son sólo los donantes de Fundación EKI, sino un conjunto de agentes del sector privado y del sector público. Con el nuevo plan pretendemos atender también a administraciones nacionales y regionales en sus esfuerzos por dar unos servicios educativos y sanitarios en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Impact Africa I es el primer instrumento de un ambicioso plan de vehículos de inversión en instalaciones solares fotovoltaicas con el objetivo de extender el servicio eléctrico de calidad, con energía limpia y renovable.

En enero de 2020, Fundación EKI ha abierto también una segunda línea de trabajo en el África Subsahariana. Y esta vez es en el campo de la formación profesional. A través de nuestra relación con Misiones Salesianas, que tienen más de 100 centros de formación profesional en la región, y de nuestra conexión con la red de energía de los centros de Formación Profesional del País Vasco, Fundación EKI se ha embarcado en un programa para organizar programas de formación de profesores y alumnos en energía solar fotovoltaica en África, soporte de equipamiento en sus aulas, y soporte al emprendimiento que surja de sus alumnos.

Sobre Open Value Foundation

Open Value Foundation es una fundación que cataliza soluciones innovadoras y sostenibles para mejorar la vida de las personas más vulnerables a través de proyectos y alianzas con un enfoque de Venture Philanthropy.

Open Value Foundation pertenece a Santa Comba Gestión SL, holding familiar aglutinador de proyectos que fomenta la libertad de la persona desde el conocimiento.

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