Para abordar este desafío social, es necesario implementar políticas y programas que se centren en la prevención y la intervención temprana. La inversión en educación, acceso a servicios de salud, y el apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad son pasos fundamentales para romper el ciclo de la pobreza infantil y construir un futuro más equitativo y prometedor para las generaciones venideras.
El empleo es lo que más protege frente a la pobreza a los hogares con niños, niñas y adolescentes (NNA) y el desempleo es la razón que más explica la cronicidad.
Es necesario poner en marcha recursos sociales que den respuesta a la necesidad de conciliación de las familias y faciliten su inserción al mercado laboral.
Además, mientras la vulnerabilidad persiste, apoyar a las familias con la crianza previene muchos de los riesgos asociados a la situación de pobreza de los NNA como: los costes sanitarios (alta tasa de obesidad, mayor incidencia de depresión...), el fracaso y abandono escolar temprano, entre otros.
“Los chicos de José y Leo” es un hogar de referencia para familias en vulnerabilidad con necesidades de conciliación y un espacio para fomentar el bienestar psicosocial de los NNA favoreciendo su desarrollo vital de manera que queden cubiertas todas sus necesidades.
Comenzaron su acción en 2014, cuando la madre de un compañero de colegio del hijo de los cofundadores les pidió ayuda con sus tareas escolares, puesto que la barrera del idioma no le permitía hacerlo. Con el paso del tiempo, otras familias fueron conociendo su labor y solicitaron la misma colaboración.
José y Leo pusieron en marcha el proyecto por pura vocación de servicio; por ello, en los últimos años, se han adaptado a las necesidades emergentes, ocupando la mayor parte del tiempo no lectivo de los niños, niñas y adolescentes que apoyan.
Cuando las familias así lo requieren, y para facilitar que conserven su trabajo, ofrecen incluso cenas y pernocta. Todo ello con la idea de preservar la calidad de vida de los NNA.